La necesidad de incrementar la productividad laboral impulsa a las empresas a adoptar nuevas estrategias. Entre ellas, el facility management se perfila como una de las más eficaces, ya que ha demostrado tener un impacto significativo en el rendimiento de los empleados. ¡Sigue leyendo y conoce todos los detalles de este innovador método!
¿Qué es el Facility management services?
Conocido en español como Gestión de Inmuebles y Servicios, es una disciplina que se enfoca en la gestión integral de inmuebles como museos, hoteles, oficinas, hospitales y los servicios asociados dentro de una organización. Su objetivo principal es optimizar los recursos disponibles y mejorar la productividad de los colaboradores. Este enfoque abarca la coordinación de personas, espacios y tecnologías, asegurando que todos los sistemas funcionen de manera eficiente y satisfactoria.
Aspectos fundamentales del Facility Management
En el facility management existen varios aspectos clave que deben ser gestionados de manera efectiva para asegurar el éxito de la organización. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Gestión de infraestructuras: se refiere al mantenimiento y operación de todos los activos físicos de la organización, incluyendo edificios, sistemas eléctricos, de climatización y mecánicos.
- Mantenimiento preventivo y correctivo: es crucial para prevenir fallos y evitar reparaciones costosas; mientras que el primero se anticipa a los problemas, el segundo aborda cualquier falla que pueda surgir.
- Gestión de espacios: implica optimizar los espacios a través de la distribución eficiente de oficinas, salas de reuniones y áreas comunes, así como reconfigurarlos según las necesidades cambiantes de la empresa.
- Gestión energética y la sostenibilidad: la reducción del consumo energético y la implementación de prácticas sostenibles no solo ayudan a disminuir los costos operativos, sino que también contribuyen a minimizar el impacto ambiental de la organización.
- Servicios de limpieza y seguridad: esto implica implementar medidas de seguridad física, como control de acceso y vigilancia, así como crear un ambiente de trabajo saludable mediante la limpieza regular y la mejora de la calidad del aire.
Cada uno de estos aspectos es interdependiente y juegan un papel crucial en la creación de un entorno laboral que no solo sea funcional, sino que también impulse la productividad y satisfacción de los empleados.
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¿Qué beneficios se obtienen con el facility management?
El facility management no solo se encarga de la operación y mantenimiento de las instalaciones, sino que también aporta una serie de beneficios que pueden transformar significativamente el rendimiento de una organización. A continuación se detallan algunos de los aspectos positivos que se obtienen al implementar esta disciplina:
- Mejora en la eficiencia operativa: al optimizar el mantenimiento de las instalaciones y la gestión de recursos, se minimiza el tiempo de inactividad y se asegura un funcionamiento óptimo de los sistemas, garantizando operaciones diarias más fluidas y reduciendo interrupciones que afecten la productividad.
- Reducción de costos: la gestión adecuada permite identificar oportunidades para ahorrar costos, como la implementación de programas de mantenimiento preventivo, que evitan reparaciones costosas: asimismo, la optimización del uso de la energía y la adopción de prácticas sostenibles contribuyen a reducir los gastos operativos.
- Incremento en la productividad: un entorno de trabajo bien gestionado y cómodo influye directamente en la satisfacción de los empleados. Cuando los trabajadores se sienten seguros, saludables y apoyados en su entorno laboral, son más propensos a ser productivos y a colaborar de manera efectiva.
- Mayor sostenibilidad: el facility management permite a las organizaciones implementar políticas y prácticas que reducen su impacto ambiental. Esto incluye la gestión eficiente de la energía, el reciclaje, la reducción de residuos y el uso de tecnologías sostenibles.
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¿Qué debe saber un facility manager?
El facility manager, conocido en español como gestor de instalaciones o gerente de servicios generales, debe poseer un conocimiento integral en diversas disciplinas para desempeñar sus funciones de manera efectiva. Entre los aspectos clave que debe dominar se incluyen los siguientes:
- Gestión de personal: manejo y coordinación del equipo de trabajo que se encarga de los servicios generales, mantenimiento y conservación de las instalaciones.
- Habilidades en el control de costes: gestión eficiente de los recursos financieros destinados al mantenimiento y operación de las infraestructuras, buscando siempre la optimización y el ahorro.
- Eficiencia energética: conocimientos para implementar y supervisar estrategias de ahorro y eficiencia energética en las instalaciones, aprovechando la digitalización de los servicios.
- Nociones de arquitectura e ingeniería: es necesario que tenga un entendimiento básico de estas áreas para poder adaptar, diseñar o supervisar los espacios de trabajo y las infraestructuras.
- Digitalización: comprensión de las herramientas y tecnologías que permiten la automatización y la mejora en la gestión de los servicios de mantenimiento, lo cual es crucial para reducir costos y mejorar la eficiencia.
¿Qué estudiar para ser Facility Management?
Hoy en día la profesión del facility management no está regulada, a diferencia de otras como la de abogado o médico. Sin embargo, los perfiles más demandados para este puesto suelen ser los de arquitecto e ingeniero, especialmente en áreas como la ingeniería industrial, civil o de caminos. Además, es posible especializarse mediante un máster en Facility Management, lo que permite adquirir conocimientos avanzados y estar preparado para enfrentar los desafíos específicos de este rol.
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En conclusión, el facility management es más que la simple gestión de instalaciones; es una herramienta estratégica que optimiza recursos, mejora la experiencia laboral y promueve la sostenibilidad. Al implementarlo de manera correcta, las organizaciones pueden no solo reducir costos, sino también crear entornos de trabajo más productivos y adaptados a las necesidades del futuro, asegurando así su competitividad y éxito a largo plazo.
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