Puntos clave en el mantenimiento de la lámina galvanizada, ¡no permitas que se dañe!

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Pila de láminas galvanizadas acanaladas en un almacén

La lámina galvanizada es un material de construcción de alta resistencia a la corrosión, con distintas características y presentaciones que la hacen ideal para una gran variedad de proyectos, sin embargo, para aprovechar cada una de sus cualidades debe recibir un mantenimiento adecuado. ¿Te interesa saber cómo puedes hacerlo y así evitar su deterioro? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

¿Cómo se limpia la lámina galvanizada?

Ya sea que se emplee en techos o muros, es normal que la lámina galvanizada se ensucie al estar en contacto con diversos agentes y la intemperie en general, lo que genera polvo, enlodado y manchas. En este sentido, es importante darle mantenimiento y limpiarla regularmente para evitar que el proceso implique un esfuerzo mayor cuando se lleve a cabo. Por ello, a continuación te decimos lo que puedes hacer para hacerlo.

Limpia en seco. Si tu lámina galvanizada tiene cierta acumulación de polvo, hojas, ramas o algún otro elemento que se pueda quitar con cierta facilidad antes de limpiar el cuerpo de la lámina propiamente, es conveniente retirarlo para que no estorbe después. En el caso del polvo, puedes utilizar un trapo seco para evitar que la superficie se enlode y resulte más complicado limpiarla.

Limpia con un trapo húmedo. Si el aseo de tu lámina galvanizada no ha sido regular o algún agente le ha ocasionado manchas, es conveniente que mojes un trapo con agua y lo apliques sobre las áreas manchadas. Recuerda no humedecerlo demasiado, ya que la superficie de la lámina podría tardar más en secarse y quedar sucia nuevamente y muy rápido al tener contacto con el polvo u otro elemento.

Limpia con cepillo y detergente. Si las manchas no ceden fácilmente o quieres realizar una limpieza más profunda, usa un bote con agua y mézclala con una cucharada o 15 mililitros de detergente para ropa. Aplica a la lámina con un cepillo de cerdas de nylon o de plástico y frota con cuidado para evitar rayarla o alterar su color. 

Limpia con vinagre o jugo de limón. También puedes sustituir el detergente y mezclar agua con vinagre blanco o jugo de limón, lo que ayudará a quitar las manchas sobre la lámina galvanizada.

Persona limpiando techo de lámina galvanizada con un trapo húmedo

Limpia con cera. Usa agua y jabón para retirar suciedad y polvo. Una vez que la superficie se encuentra limpia y seca, aplica la cera en un trapo y frota sobre la lámina con movimientos circulares, de arriba abajo, de izquierda a derecha. Al concluir, espera una hora y luego quita el exceso de cera con otro trapo.

Limpia con agua a baja presión. Si el área que cubre la lámina es grande o se trata de techos o recubrimientos de edificios, es conveniente usar una lavadora a presión, lo que te ahorrará tiempo y trabajo. Asimismo, es una manera eficiente de enjuagar las superficies ante cualquier agente químico o producto agresivo que haya caído sobre la lámina galvanizada. Es importante hacerlo a baja presión para evitar el debilitamiento del recubrimiento de tu producto.

¿Cómo proteger la lámina galvanizada?

Por otro lado, si aún no llevas a cabo la instalación de tu lámina de acero, considera las siguientes recomendaciones para darle mantenimiento, protegerla y así pueda tener una mayor vida útil.

Aléjala de ambientes corrosivos. Aun cuando la lámina galvanizada es sumamente resistente a la corrosión, es recomendable colocarla en entornos donde haya un pH de entre 7 y 11 para evitar dicho fenómeno químico.

Evita colocarla junto a otros metales. Diversos materiales, como el cobre, son altamente corrosivos, por lo que, en la medida de lo posible, evita que el acero galvanizado de tu lámina tenga contacto con éstos. De ser inevitable, utiliza un material aislante para prevenir su deterioro.

No raspes o roces tu lámina. Recuerda que este material cuenta con un recubrimiento de zinc, el cual lo protege de la corrosión, por lo que al raspar o rozar bruscamente la superficie de esta lámina contribuye al retiro de dicha protección.

Evita almacenarla por largos periodos. Y si lo haces, procura que se encuentre en un ambiente seco y ventilado, ya que la humedad y los entornos cerrados podrían disminuir la durabilidad de la lámina galvanizada.

Protégela de la intemperie. En caso de que aún no la vayas a instalar y tampoco cuentes con un lugar cerrado para guardarla, protégela con una lona para evitar que se moje o que el medio ambiente en general la deteriore y disminuya su vida útil.

¿Cómo se pinta la lámina galvanizada?

Para proteger aún más tu lámina galvanizada, puedes pintarla siguiendo el procedimiento que a continuación te presentamos. Toma en cuenta que la pintura que debes aplicar debe ser una especial para superficies metálicas y galvanizado.

  1. Prepara la superficie: lija el galvanizado para retirar los restos de óxido y otros elementos sueltos hasta obtener una superficie áspera. Además, quita polvo, grasa y cualquier componente que pueda estropear la aplicación de la pintura.
  2. Coloca la pintura: aplica una mano de pintura con brocha o pistola y deja secar por dos días completos.
  3. Realiza el acabado: para éste se pueden utilizar diferentes esmaltes para galvanizado. Se aplica una o dos manos de esmalte con brocha, rodillo o pistola.
Techo de lámina galvanizada acanalada durante mantenimiento

¿Cómo quitar el óxido de la lámina galvanizada?

Quitar el óxido de la lámina galvanizada es parte de un buen mantenimiento, y para ello se pueden utilizar diferentes productos, como limpiador de óxido de calcio, disolvente para óxido o amoniaco. En cuanto a este último, debes mezclar en un bote una parte de amoniaco por 10 partes de agua; posteriormente, sumerge un cepillo de cerdas de nylon o de plástico en la solución y luego cepilla moderadamente sobre la superficie de la lámina.

¿Cuántos años dura la lámina galvanizada?

La durabilidad de la lámina galvanizada depende de la calidad del material que se adquiera, el mantenimiento que se le dé y el entorno donde se desempeñe. En este sentido, en contextos industriales y en sitios costeros el acero galvanizado puede durar de 50 a 100 años, y en situaciones con altos grados de corrosión, alrededor de 25 años.

Como habrás notado, existen diferentes maneras de dar mantenimiento a las láminas galvanizadas, lo que ayudará a que su duración sea óptima y puedas disfrutar de sus beneficios durante más tiempo, sin embargo, antes de ello, recuerda comprar siempre productos que te garanticen excelente calidad y desempeño.

Pila de láminas galvanizadas lisas en una bodega

En este sentido, toma en cuenta que Grupo Torices es líder en la venta de materiales para construcción, entre ellos lámina galvanizada de excelente calidad, precio y diversidad de presentaciones para cada uno de los proyectos que quieres emprender. Así que no lo dudes y conoce las empresas de Grupo Torices y encuentra los materiales que estás buscando.

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